La Ética
El acto de fundación de Analyse Freudienne pone de manifiesto una propuesta: no tapar la distancia entre dos problemáticas, la de la habilitación del psicoanalista y la del cuestionamiento incesante de su función. Desde este punto de vista, la ética del psicoanálisis, significante ya articulado de un modo riguroso en las elaboraciones de Jacques Lacan, es dada como referencia a construir: dicha ética ha de permitir a la asociación, como freudiana que es, «reconocer» a algunos de sus miembros. Esto supone, como ya se ha visto, dar al Protocolo institucional un lugar específico en cuanto al trabajo del nombre: ética y reconocimiento se alían ahí con una misma perspectiva. Del modo de funcionamiento de este Protocolo institucional se desprende una acepción particular de la nominación: dinámica inconsciente, en juego o en espera, puesta a prueba en un compromiso paradójico; si el psicoanalista responde en su nombre de aquello en lo que su función se atiene las leyes del inconsciente, llevar un nombre no hace presagiar en qué función le coloca su deseo.