Eva Van Morlegan
Los debates surgidos -a partir de la decisión de la aplicación de la norma del pago de 60€- hizo que algunos miembros españoles enviáramos algunos escritos al Buró en los que tratábamos de fundamentar por qué no sería conveniente la aplicación de esta norma en España. En respuesta a estas cartas surge la propuesta del Buró de hacer este trabajo de cartel.
A lo largo de las reuniones de trabajo hemos debatido sobre los siguientes temas:
El lugar que tiene el psicoanálisis en cada país, su inscripción social.
La cuestión de la transmisión, cómo hacer posible una transmisión
Cómo hacer crecer a nuestra asociación en España
A partir de la pregunta de Radjou de por qué algunos miembros españoles decidíamos hacer grupos y seminarios privados y no desde la transferencia institucional, pudimos, después de un intenso debate, comenzar a reconocer las diferencias que hay entre Francia y España en cuanto a la inscripción social del psicoanálisis. Comento brevemente las más importantes: en el sistema de Sanidad Pública el psicoanálisis tiene una inscripción poco relevante. En las universidades se forma a la gente en la línea conductual y se les habla mal del psicoanálisis, como un tratamiento pasado de moda y que no tiene validez científica. La única manera en que ha entrado el psicoanálisis en la universidad es bajo el formato del Master. La Formación permanente no es como en Francia, está impartida desde Sanidad, no se puede elegir la formación libremente.
En este panorama, AF -por el trabajo sostenido en todos estos años- ha logrado tener un lugar, tener un nombre respetado en el ámbito de la salud mental.
Ya nos conocen, somos gente seria, y me pregunto ¿Por qué no tenemos más gente?
La gente joven interesada en el psicoanálisis viene a nuestros seminarios del Hospital Clínico, a los cursos que hacemos para los alumnos del Practicum de la Universidad de Comillas; es decir, se acercan a AF pero luego se van a hacer sus cursos y análisis a otras instituciones que ofrecen una formación certificada.
Sería importante poder darle la vuelta a esto, es decir, que contar con los alumnos de Comillas sea una ventaja para acercar gente joven a nuestra asociación. Pienso que esto solo es posible si podemos aplicar una política institucional que nos permita seguir creciendo como asociación.
La lógica del todo y su consecuente negación de las diferencias lleva a la segregación, pienso que introducir la lógica del no-todo, del no-todo homogéneo, en cuanto al lugar que tiene el psicoanálisis en cada país, nos abre la posibilidad de construir con lo diferente, lo diverso.
No creo que haya un AF París, un AF España, un AF Chile o Argentina; sino que en cada país nos enfrentamos a una realidad diferente en relación al lugar que tiene el psicoanálisis, y eso lleva a tener que buscar los modos posibles para lograr su difusión y la de nuestra asociación en los distintos países en que trabajan sus miembros.
Y para terminar quiero señalar otra diferencia en relación a lo que pasa en España, y es que en nuestra asociación, también se nos cuela el discurso del amo cuando transmitimos que el saber está en París.