Mercedes Baudes de Moresco- "Actualidad de la técnica psicoanalítica"

“VALIDEZ DE LA CREENCIA”

París, 24 de mayo 2014

¿Creemos que hay técnica psicoanalítica ?…
Entendemos los esfuerzos freudianos. Al querer inscribir al psicoanálisis como discurso de la ciencia, necesitó instrumentar algunas condiciones para su puesta en marcha.

Tiempo, dinero, sesiones, diván, duración del tratamiento, entrevistas, inclusión de familiares de los pacientes, manejo de las sesiones, etc., justificaron sus textos de la época.

Pero hoy encontramos diferencias y avances, aunque no diría logros. El éxito no es algo inherente al psicoanálisis. Las nuevas modalidades del síntoma, pueden interrogar al analista, pero no por eso adhiere al compromiso de erradicarlo o sofocarlo. Por el contrario, podrá variar el número de sesiones, el tiempo la duración y el dinero, pero no los conceptos fundamentales que hace que el psicoanálisis se llame tal.

¿Pero creemos que hay técnica psicoanalítica?
Hemos comprobado que cada consultante es distinto de otro, es único y merece un espacio que se irá definiendo con el tiempo, entonces no hay recetas a aplicar, ni garantías o aseguramientos que allanen el arduo camino de un psicoanálisis.
Pero tampoco quiere decir que no lo intentemos, ni que esta cuestión deje al analista o aspirante a serlo, desarmado.

Es que “desarmado” es como se inicia una consulta, no sabemos nada, no imaginamos nada, porque las palabras, el entramado de ellas, la presentación, vienen del analizante, no de nosotros. Qué dice y cómo lo dice, qué espera de él, de la entrevista, con qué preguntas nos enfrenta.

Y dependerá en mucho de aquello que digamos, con fortuna o no, la continuidad de dichas entrevistas.Ya ven que en estas pocas palabras no hay un vestigio de técnica a seguir, solo una escucha que priorizar.

Hay tres cuestiones insoslayables;1) la obligatoriedad de análisis del futuro analista, 2) en la práctica clínica la aplicación de la regla fundamental ;la asociación libre, y 3) la deconstrucción clínica.

Sin la experiencia propia no es posible asimilar el psicoanálisis.
¿El analista es el resultado de una experiencia de análisis?
¿Será el producto de una posición asumida?…
“Dios no cree en Dios “nos dice Lacan el 21 de mayo de 1974 en los “no incautos yerran”, las creencias deben caer como las ilusiones, o al menos permitir la disidencia, ya que, cada porción de saber científico, encuentra su propio limite, sea cual sea. Pero no es lo mismo admitir la disidencia que adherir a los cognitivos conductuales para satisfacer los órdenes del goce.

La deconstrucción clínica (supervisión, análisis de control) y su importancia
Intenta despejar la dirección del análisis que presenta un obstáculo para el analista, y efectuar un corte que separe la identificación producida y aclare la transferencia. El “recorte” de sesión que se escucha y se expone, implica al analista, y por consiguiente, algo nuevo se produce y no “lo mismo”, al estilo del sueño contado, que ya no es el soñado.

¿Por qué esa intervención y no otra? ¿por qué la interpretación toma ese retazo?, no olvidemos que la asociación libre está condicionada también por lo que el analista responde, por el significante que señala o destaca ,o elige, en fin, por lo que es capaz de escuchar o no.

Tengamos en cuenta puntos primordiales

El tiempo de la trasferencia
Lacan habla de disposición a la transferencia que tendrá el futuro analizante, pero sin dejar de considerar la ignorancia del analista (ignorancia docta, no docens). También Freud lo hizo y aconsejó un periodo de prueba para resolver si el trabajo de análisis sería factible.

El tiempo del sujeto y número de sesiones
Bordes, fragmentos, detalles, nos guían ofreciéndose al análisis. Surgen las contradicciones, los sueños, las percepciones fallidas, confusiones y equívocos propias a la figura de todos los discursos.

El numero de las sesiones, en épocas freudianas y post freudianas, eran casi todos los días. Al principio también porque venían desde lejos una temporada para atenderse. Hoy, ante esos casos se ven a pacientes dos y tres veces en intervalos entre horas, en un día o dos, hasta que retornan a su región. Esta situación obliga a tener sesiones una o dos veces por mes. Por lo general, dentro de la misma ciudad el numero de sesiones varia a una, dos o tres por semana, que tampoco es una regla, ya que hablamos del uno por uno.

El tiempo de la escucha
Suspensión, escansión, intervenciones, interpretaciones, construcciones, siempre pueden ser cuestionadas. Si fueron hechos en momentos propicios, se verán por los efectos tarde o temprano, porque no todo lo que decimos deja huella, y hay intervenciones involuntarias y desapercibidas que producen efectos más allá de nuestra intención. (a esto llamamos deseo de analista) .

Tiempo del dinero
En relación al dinero, siempre tomado como equivalencia simbólica, no admite la caridad ni la beneficencia en el pago de sesiones, si bien puede encuadrarse dentro de algún seguro médico (prepaga), o elastizarse los honorarios en función de situaciones puntuales, y hasta llegar a ser una intervención por si mismo, en ciertos momentos transferenciales.

El acto de la palabra
Lacan considera, siguiendo a Freud, que: ”lo que prueba la justeza de una interpretación es que el sujeto traiga un material que la confirme, y aun esto debe ser matizado” (cap. 3 “La resistencia y las defensas” SEM I “Los escritos técnicos de Freud”)
Freud escribió una carta a Ferenczi (el 4/1/28) donde dice que “no se llegó a percibir la elasticidad de las reglas que había establecido y se sometieron a ellas como tabúes”…
Por ejemplo el psicoanálisis “fuera del diván”, no implica que no haya un psicoanalista que escuche, por el contrario, con o sin diván seguimos interrogándonos. Una paciente (ya después de largos meses de concurrir) al saludarme me trata de Ud. y me nombra Estela, cuando mi nombre es Mercedes.
¿Cambiaría la intervención sobre este suceso según la paciente estuviera en diván o “fuera del diván”? Desde ya que lo hice y el material se desplegó en direcciones importantes para ella.
La sesión comienza FUERA del diván, y aunque para mí el diván es necesario, no es imprescindible. La escucha y la intervención de un analista se produce sorprendentemente también cuando se dio una sesión por terminada y ya “fuera del diván”.

A mi modo de ver
“La técnica analítica es la que no hay, ni se aprende, la que no se mimetiza a un ideal construido ni construible, es la que improvisa, que no da seguridades, pero plantea interrogantes y da cuenta de los efectos producidos” (1)

“Validez” y “Creencia” son títulos que nos invita a la discusión.

 

Mercedes B de Moresco

BIBLIOGRAFIA
Sigmund Freud “Consejos al médico “,”La técnica psicoanalítica”,carta a Ferenczi del 4/1/28
Jacques Lacan “Los no incautos yerran”, ”Los escritos técnicos de Freud”
(1)(Mercedes Moresco ”Touché” ,editorial Letra Viva)

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