Claude Breuillot: "…O peor: interpretas en busca de senido
Mañana Institucional del 3 de octubre de 2014
CARTEL PSICOANALISTA EN LA CIUDAD
Blog: psychanalysebourgogne.wordpress.com Twitter: @cbreuillot
Desde que aparecieron los Centros médicos y psicológicos, los dispensarios, hemos sido muchos, los que hemos creado, y seguimos haciéndolo, espacios dedicados a curar los males y dolores de nuestros contemporáneos.
Al hacerlo, incidentalmente, ¿que de nuestra propia subjetividad ante el significante miseria? ¿Cual seria la otra cara de la miseria? ¿Existe la miseria en el inconsciente? ¿Cuando empieza la miseria? ¿Puede la miseria ser cuantificada, numerada, contabilizada? Si, en la Ciudad, ya esta evaluada por cantidad de lucubraciones en muchos casos dudosas o equivocas, ¿cuales son las consecuencias de estas estadísticas?
Este trabajo de elaboración siempre me pareció ajeno para empezar cualquier trabajo sobre ¿como pensar la miseria?, lo que permitiría tramar un: pensar la miseria, o: pensar la representación de la miseria que es subjetiva. Al no estar mas en olor de santidad, ¿estaría intentando el psicoanalista volver a la escena mediante la miseria?
¿Podría la miseria actuar como una ilusión, un deslumbramiento del pensamiento, impidiendo toda elaboración? Como escribió Voltaire: “La ignorancia es guardiana de los Estados bien estructurados”.
¿Cual seria el pensamiento sobre la miseria sin las categorías del Simbolismo?, ¿del Imaginario? y ¿del Real?
¿Se podría conjugar el significante miseria? ¿Yuxtaponerse? ¿Diluirse dentro de los campos léxicos de la pobreza?, ¿de la indigencia?, ¿de la privación?, ¿de la persona desprovista o despojada de lo esencial?, ¿del debilitamiento?, ¿de la persona necesitada?
¿Cuando se amplia la población de personas necesitadas, cuando la miseria se junta con los vocablos de discapacidad e invalidez: ¡que angustia! ¿Y si resultara transmisible como una enfermedad venérea, incluso genética?
La prueba es este informe muy serio del Senado, emitido por el señor Vaugrenard, Senador, del 19 de febrero de 2014, que dice, con absoluta verdad, en primera pagina : “Aún mas grave, se ha de constatar hoy en día que la pobreza se ha vuelto hereditaria, transmitiéndose de generación en generación, lo que no se puede aceptar. ¿Como detener este ciclo dramático? 1” Palabras citadas por la prensa… A pesar de nuestra experiencia, ¿habremos de compartir este sentimiento de incompetencia?… o peor. ¿Afectaría la miseria psíquica solamente a los pobres? ¿Estarían los pobres predestinados a la miseria psíquica? Claro está que no.
Entonces, el significante, en cierta forma dice algo, y al mismo tiempo en el mismo acto, menciona otra cosa.
El significante, cuando se formula, también produce el mismo su mas allá de significante. El significante se refiere en el lenguaje, a una multitud de efectos de significado.
A cada mención del significante, ¿cuál es su efecto?
Como lo escribió Milner2, evocar la miseria y la pobreza nos pone frente a la inconmensurabilidad. Escribe: “Ciertas palabras atraen la disensión política. Estas palabras, las puedo llamar divisores. […] Estas palabras que dividen, también reúnen, por y bajo el poder de la división.” ¿Puede la palabra pobreza reunir a unos cuantos psicoanalistas? Si el inconsciente es Política como nos lo recuerda Lacan, ¿no podría el acto psicoanalítico ser considerado como un acto político?
Con la constante búsqueda del goce máximo, acabaríamos con la aparición de una pobreza modernizada, una nueva condición generada por la proliferación de estas necesidades provocadas, caminando de la mano con la imposibilidad para la mayoría de los humanos de satisfacerlas; una condición relacionada directamente con un sistema productivo de dos caras, que, por primera vez, produciría tanto abundancia como miseria, sometiendo la mayoría de sus víctimas a una moderna versión del suplicio de Tántalo.
“Lo mas espantoso en esta economía es que, en la practica, llevó a todo el mundo sin excepción a participar, directamente o no, en la creación de nuevas formas de miseria.3”
Bernard Stiegler, en “De la misère symbolique”, subraya esta forma de actuar: “Dar una interpretación unilateral de un fenómeno es mantener que podemos decir su esencia, que podemos precisar su esencia. Es de esta forma de pensar precisamente de la que nos tenemos que librar. Indudablemente, este es el primer paso de la lucha contra la miseria simbólica.4”
Es un hecho que estas formas de miseria afectan el estado de angustia de una familia, de un pariente, y particularmente de un chiquillo, que enseguida al nacer, se tendrá que enfrentar con ella. Me refiero al texto de Winnicott: la observación de los niños pequeños en una situación fijada5.
Tengo en la memoria une frase de Juan Carlos Volnovich6 a propósito de Argentina: (02/2002)
“Dos posibilidades: o el psicoanálisis acompaña con su decadencia a la decadencia política, económica y social de Argentina (lo que significaría: añadir la miseria intelectual y simbólica a la miseria material), o el psicoanálisis y los psicoanalistas consideran las actuales circunstancias como un reto para pensar la crisis y aportar ayuda para comprender y asimilar el trauma social.”
¿Y si la miseria que nos interesara fuera la de la perdida de sentido?
Lacan nos había dado la pista en cuanto al determinismo: “La esencia de lo que presentamos como testimonios de nuestra experiencia, es que los hechos tienen consecuencias. […] La noción misma de consecuencia tal como la podemos concebir, siempre que aprendemos a pensar, esta unida a la función de continuación lógica. […] Mas bien diremos, en lo que se refiere a la ley de transmisión del impacto, es decir el efecto de acción y reacción, que todo esto tendrá consecuencias en cuanto se tenga que hablar de ello.7 Dicho en otros términos, las consecuencias que se extraen de la experiencia analítica, analizable, no se presentan como efectos concebidos desde una función dinámica, sino como efectos que suponen preguntas a un nivel que se reconoce como el de las consecuencias lingüísticas. “Añade,” como para poner el dedo en la llaga: “Es porque uno no pudo articular algo en primer lugar, que su esfuerzo ulterior fue darle, no exactamente significación, sentido, pero articulación, siendo esta articulación no menos que una secuencia significante.” Esto da luz al tema que nos preocupa aquí. ¿No se asemeja esta problemática acerca del determinismo a la del universal? ¿A una forma de supresión de la singularidad y de donde colocarse? ¿Cancelaría el determinismo al individuo? Ahora bien, “el universal aparece por todas partes bajo la forma de un determinismo, de un particular, cuando el singular no consigue lograr su universalidad.8”
“Arrastrado a la exclusión social, el marginado sobrevive gracias a limosnas. Recurre a estrategias de supervivencia. ¿Es este fenómeno reversible?, tal es la pregunta. ¿Se puede contener? ¿Se puede intervenir antes de que se cumpla esta ruptura, esta ruptura total con lo social?” pregunta la psicoanalista Laura Sokolowski9. Nos vemos solicitados hoy en día por pacientes que llaman preguntando: “¿aceptan la CMU?”… La CMU: un indicador o un marcador de la pobreza, la asunción de la pobreza en la ciudad: la cobertura sanitaria universal (couverture maladie universelle). Muchos médicos ya no aceptan a estos pacientes.
¿Acaso no nos enseña la experiencia que el deseo de comenzar una cura psicoanalítica no es menos fuerte en el indigente?, pues, concretamente, ¿quién? o ¿qué? es lo que necesita. Ya sabemos mucho de los avatares del dinero relacionados con la neurosis obsesiva. No es el sujeto quien está subdesarrollado. Lacan escribe: “La clave de los problemas a los que nos vamos a enfrentar, no es ponernos a nivel del este efecto de la articul
ación capitalista, de la cual solo les doy su raíz en el discurso del Amo. Hace falta ver que provecho podemos sacar de lo que llamaré una lógica subdesarrollada.10”
Notas:
[1]http://www.senat.fr/notice-rapport/2013/r13-388-notice.html
http://www.actes-sud.fr/catalogue/essais-etudes-et-analyses/quand-la-misere-chasse-la-pauvrete [4]Stiegler, B. « De la misère symbolique. », Champs essais, 2013, page 200 [5] Winnicott, D. « De la pédiatrie à la psychanalyse », Sciences de l’homme Payot, page 37 [6] http://1libertaire.free.fr/volnovitch.html [7]Lacan, J. « L’acte psychanalytique.», leçon du 27 mars 1968, ALI, page 258 [8]Marx, K. « Critique du droit politique hégélien. »Editions sociales, 1975, page 82 [9] Sokolowski, L. Membre de l’ECF, http://www.causefreudienne.net/etudier/essential/une-pragmatique-de-la-desinsertion-en psychanalyse.html?symfony=e699d0302437ea3078ae96660b582d60 [10] Lacan. J. « D’un discours qui ne serait pas du semblant. », Séance du 20.01.1971, Pages 37,50,51
Traductions : Remerciements à Lola Monleon et Olga Garrey