Argumento: Alicante – Jornadas de Educación y Psicoanálisis.
Organizadas por Análisis Freudiano y con la colaboración de Cruz Roja Española
“Sin deseo no hay educación”
28 Y 29 DE NOVIEMBRE DE2014
Argumento: Sin deseo no hay educación
En el ámbito educativo se escucha en muchas ocasiones: “Puede, pero no quiere”. ¿De qué hablan los docentes cuando dicen este enunciado? ¿De que los niños quieren fracasar? ¿De que los niños desean ofrecer una imagen devaluada de sí mismos? ¿De que todo depende de la voluntad?
Se argumenta que las dificultades son debido al ambiente, a que es un “vago”, a que provienen de familias desestructuradas, pero hoy hay muchas clases de familias y no hay una única fórmula que dé una respuesta para todos los casos. Cada niño ofrece una, la suya, una particular ante su realidad, tanto objetiva -su historia-, como subjetiva.
El psicoanálisis plantea que hay profundas razones que le llevan a no desear aprender, y a inhibirse en el momento de aprehender el conocimiento, que le impide “ser uno más” y a la vez “uno mismo”, que le llevan a inhibirse de cierta agresividad, (que no hablamos de actitudes violentas), para medirse con sus compañeros, para apoderarse del saber, para hacerse merecedores de la herencia cultural, del currículo de sus mayores. El infans para constituirse como sujeto precisa
realizar distintas operaciones, en sus inicios se pregunta: ¿Qué me quiere mi madre? ¿Cómo podré hacer para que no le falte nada, para tenerla contenta? Y construye su fantasma, su forma de relacionarse con el mundo.
Cuando llega a la escuela ya tiene mucho vivido y con fortuna ha habido un Otro, alguien que se hace cargo, Otro que le ha permitido que pueda emerger su deseo, que las identificaciones que está haciendo, como los ideales que está construyendo le permiten tener voz propia… ser autor de su propia vida y no mero imitador de otro.
Nuestro objetivo es establecer un diálogo entre disciplinas hermanas -pedagogía y psicoanálisis-, hermanas porque ambas participan del deseo de hacer al ser humano más humano, más alejado de lo animal, donde la palabra ocupe el eje de la vida.
Nuestro objetivo es empezar a tejer una urdimbre teórica a través del psicoanálisis que sirva de telón de fondo para poder escuchar de otra manera, teniendo en cuenta al inconsciente del sujeto al que acompañamos en su desarrollo, para poder dejar entrar el mundo de las pulsiones, de lo que muchas veces se llama “las hormonas” en la adolescencia, sin que ello tenga que generar culpas.
Nuestro objetivo es aceptar un no saber a priori y poder escuchar de uno en uno. Un poder abrir preguntas sobre algunos temas que nos preocupan a todos:
El autismo
El sometimiento gratuito que impide que emerja un
pensamiento propio.
Los síntomas de la escuela
El bilingüismo
La creación de autores y no meros imitadores.
Buscamos que el trabajo que realicemos en estas jornadas no sean meras prótesis en nuestro quehacer profesional, sino una vía de investigación y reflexión que nos ayuden a equilibrar las dos acepciones etimológicas de las que proviene la palabra educación: educare, que significa extraer aquello que está adentro, lo que afecta a su subjetividad, formar, instruir y educere, o sea guiar, conducir.
Es importante establecer este diálogo entre pedagogía y psicoanálisis para poder evitar la instalación de una filosofía del bien. Educar no es llenar al niño de todos los saberes del mundo. Educar es permitirle existir en el sentido de sacarlo de la sumisión de un mundo pulsional que le hace sufrir y le lleva a un real sin darle los recursos necesarios. Educar es entrar por el camino de la representación y del sentido de sus propias experiencias personales.